A Sigmund Freud le
preguntaron en una ocasión: "¿Doctor, cómo es el prototipo de una persona
sana, madura e integrada en la sociedad?" La respuesta por parte del
vienés: "Jede Person ist in der Lage
zu lieben und zu arbeiten"
Toda persona capaz
de amar y trabajar.
La anécdota termina
ahí, pero a mí me gusta imaginar que inmediatamente después, Freud se metió las
manos en los bolsillos del pantalón y se pasó la lengua por las encías, como
diciendo "Ea, ahí queda eso, señor periodista"
Porque la
frasecilla tiene miga, tiene tanta miga que después de soltarla, Freud no
debería de haber tenido necesidad de escribir nada por un periodo de uno o dos
años.
Leyendo
"Trabajo dinero y consumo" obra que recomiendo nótese, antes de su publicación.
Encontré que el autor hablaba de "Psicópatas Integrados" individuos
con tendencia a la acumulación de riqueza
faltos de cualquier tipo de empatía.
Éstos son un
ejemplo de personas que pueden trabajar, pero tienen escasas capacidades de
amar.
Este principio es tan
fundamental que incluso el maestro Erik Erikson basa gran parte de su labor en
la psicología (que no es precisamente escasa) en el desarrollo de esos dos
conceptos. Amar y trabajar.
De hecho, a lo que
llamamos "Generatividad" no es más que eso, la capacidad de amar y
trabajar en la vejez, la capacidad de trabajar y amar más allá de uno mismo.
Esto es así hasta
el punto en el que en el año 33 en España entraba en vigencia una ley de
"Vagos y maleantes" para todo aquel que no pudiera trabajar en
general, más tarde se amplió para los homosexuales, los cuales es bien sabido
por todos que no solo no pueden trabajar sino que también son incapaces de amar
(Nótese el sarcasmo, por amor de dios)
Nuestra sociedad,
de manera subconsciente (Que es una palabra que a Freud le encantaba) ha
impuesto estos criterios, tanto que las personas que no pueden trabajar
(Mayores mayores y ancianos) Van a un asilo. Los que no pueden amar a ningún
nivel a los demás (El respeto también es un tipo de afecto) van a la cárcel por
sus crímenes y aquellos a los que les
fallan ambas aptitudes tal vez son enviados a centros hospitalarios
psiquiátricos. (Nótese el eufemismo de unir en un mismo término
"Hospitalario" y "Psiquiátrico" )
No nos engañemos,
estas tres instituciones tienen la función de apartar de la sociedad a estos
colectivos, ya que nuestro amigo Adolfo H. nos demostró que la eugenesia no
está del todo aceptada en las sociedades avanzadas.
A cualquier persona
que crea que en cualquiera de estos tres centros hoy por hoy se produce cualquier proceso reparador,
educador, reeducador, reintegrador, lúdico o sanador, le invito amablemente a
darse una vuelta de vez en cuando por el mundo real.
Podría decir de
paso que continuar apoyando tales instituciones nos hace en cierto modo
cómplices de este tipo de actos, pero eso es una historia para otro día.
Disfrutad de
vuestras calles, libres de gente que ni ama ni trabaja.